Posada la Escondida

Mirador de cristal en Zacatlán


Tocando el cielo en la tierra…


Es bien sabido que solo en Zacatlán se puede tocar el cielo con las manos, si no sabes de qué hablamos, es urgente que visites nuestra tierra de manzanas.


Para que no te quedes con las ganas de visitarnos, te explicaré el por qué no puedes dejar de conocernos y vivir esta experiencia única. Nuestro municipio es la entrada a la Sierra norte de Puebla, por lo cual contamos con un clima templado subhúmedo que nos puede llevar a vivir con distintos climas en una misma semana.


Por lo general, la humedad, el frío acogedor y la neblina que cubre a Zacatlán, son características que encontramos la mayor parte del año. Dicha neblina sube como una especie de manto acogedor que cubre todas las superficies del centro de Zacatlán, muchas veces, gracias a la densidad de las nubes, se pierde la visibilidad de lo que se encuentra a nuestro alrededor. Sin duda es un espectáculo impresionante, semejante a un abrazo del cielo a propios y extraños.


Zacatlán siempre se ha distinguido por ofrecer una experiencia única a sus visitantes, el habitante siempre busca brindar momentos inolvidables, es por ello que desde el 2014, se construyó el Mirador de Cristal, ubicado en la parte oriente del Paseo de la Barranca. Una de las finalidades de este puente, es que toques el cielo con la ilusión de estar suspendido sobre la barranca de los jilgueros, en la cual se pueden contemplar los amaneceres y atardeceres, contrastantes entre un juego de colores del sol; realmente es una experiencia que tienes que vivir cuando visites Zacatlán.


El mirador construido en forma semicircular de aproximadamente 10 metros, con una base metálica y piso de cristal, cuenta con una estructura segura de concreto hidráulico, estructura metálica como soporte, aluminio en el pasamanos y hojas de vidrio templado, tanto el piso como el barandal son totalmente de cristal transparente, haciendo de esta atracción toda una experiencia mágica. Este mirador de cristal se ha convertido en el punto obligado de los turistas para ver los amaneceres y atardeceres, tomarse fotografías únicas y en tiempos de neblina, puede ser el encuentro con el cielo, abrazándolo desde la tierra.


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